Este es un juego tradicional de la realeza maya que tiene cientos de años practicándose en las calles, particularmente en las de la península de Yucatán.
Suele practicarse mayoritariamente por los varones, pues se parece mucho al béisbol. En vez de usarse una pelota, se utiliza una pequeña vara de madera de máximo 10 centímetros cuyas puntas tienen una terminación cónica. La otra vara más grande, de unos 20 centímetros, es el bate.
En el piso se pinta un círculo de unos 2 metros de diámetro que dentro llevará un cuadrado de 15 centímetros cada lado, donde reposará la kimbomba para ser bateada.
Cada equipo está compuesto de 3 jugadores; un equipo bateará para anotar la mayor cantidad de carreras y el otro equipo atajará la kimbomba hasta hacer tres outs y tomar su turno al bate.
Se reparten cartones que tienen diferentes dibujos, así como un puñado de frijoles o piedras para ir marcando las figuritas.
Una persona será la responsable de ir cantando los distintos dibujos según la baraja que tiene, los demás deberán ir marcando si tienen o no la figura que han dicho. Ganará quien llene primero su cartón.
Se trata de un objeto en forma de gota de agua que normalmente es de madera o plástico con una punta de metal. Se le enrolla una cuerda a la que se da un jalón rápido para hacerlo bailar.
Existen diversas modalidades de juego; una es hacer un círculo en el piso y poner un trompo a bailar, mientras que el resto de los jugadores tratará de sacarlo con sus trompos.
Las canicas son bolitas de distintos materiales como vidrio, arcilla o metal que se lanzan con precisión.
Existe infinidad de formas de lanzarlas y modalidades de juego que van variando en cada país. Por ejemplo, en México uno de los juegos más famosos es el cocol o rombo, que consiste en que se dibuja en el suelo un rombo sobre el cual se colocarán las canicas que serán apostadas.
El objetivo es lanzar las canicas por turnos para sacar las que ya están en el cocol. Gana el jugador que no es eliminado.
Se estima que su origen es precisamente mexicano porque los mayas ya jugaban a algo similar, aunque su práctica se ha extendido por toda Latinoamérica y se le conoce también como el avión o la rayuela.
Consiste en dibujar en el suelo una cuadrícula que simula un avión, con cuadros del 1 al 10, y en este último se dibuja un gran círculo.
Por turnos, cada jugador lanzará la chácara —que puede ser una piedra o pequeña bola— para ir saltando en un pie o dos según la cuadrícula sin pisar las rayas hasta el lugar donde reposa el objeto.